Después de un acuerdo prácticamente cerrado, que involucraba a los gobiernos federal y estadual, para la regularización del área y la entrega de la posesión definitiva de la tierra a los habitantes, fue expedida una orden judicial para que la Policía Militar realice la desocupación del área.
Esa situación sólo fue posible a causa de una acción criminal del ayuntamiento municipal, que pospone, desde hace meses, la emisión del documento que ya podría haber permitido la implementación del acuerdo hecho entre el Ministerio de las Ciudades del gobierno federal y la CDHU (Comisión de Derechos Humanos) del gobierno del Estado paulista. Y, también, por la decisión temeraria, para no decir irresponsable, de la jueza de derecho Márcia Haría Mathey Loureiro, que, aún sin base legal, ordenó la desocupación. No nos cabe especular sobre las razones por las cuales el alcalde Eduardo Cury (PSDB) y la jueza actúan como están actuando. Pero es preciso decir con claridad que están preparando un baño de sangre en esta ciudad del Valle del Paraíba.
Las más de 1.500 familias que habitan la ocupación gastaron todos los recursos que disponían y que consiguieron acumular en este periodo para construir sus casas y organizar sus vidas en ellas. No van a dejar eso para atrás sin siquiera tener adónde ir. Van a resistir, van a luchar para defender su derecho a la vivienda que la Constitución Federal dice ser “derecho de todos” y “obligación del Estado”. El Estado, sin embargo, está listo para enviar las tropas de la Policía Militar, justamente para expulsarlas de sus casas.
Es la crónica de una tragedia anunciada, cuyo resultado será contado en un número de muertos. Una vez más, estamos por ver cómo el brazo armado del Estado masacra trabajadores y pobres para defender los intereses de los ricos y poderosos (en ese caso, del megaespeculador Naji Nahas, propietario de una empresa quebrada que dice ser la propietaria del terreno en cuestión).
¿Por qué quieren aplastar a Pinheirinho?
La mano (no tan invisible) de la especulación inmobiliaria es lo que está detrás de la enorme campaña de xenofobia contra los trabajadores pobres de la ocupación de Pinheirinho, en São José dos Campos (SP). También es el enlace con otros dos episodios que ganaron notoriedad en São Paulo en las últimas semanas: el sospechoso incendio de la favela de Moinho (SP), y el intento del gobierno de Alckmin y del prefecto Kassab de limpiar la “cracolandia” [1], en el Barrio La Luz, ciudad de São Paulo.
En caso que se concrete la desocupación de Pinheirinho, será la mayor ya realizada, superando la de la Villa Socialista, en Diadema, realizada en 1990, que resultó en dos muertes. La irresponsabilidad de la prefectura, el poder judicial y la PM va a producir una nueva tragedia de repercusión nacional, que va a recaer sobre 3 mil familias.
Como varios otros municipios del país, São José es balcón de intensas inversiones inmobiliarias. En el último año, el sector logró exorbitantes ganancias. El número de nuevas construcciones es 20% mayor que en el 2010, según la Aconvap (Asociación de Constructoras del Valle de Paraíba).
El lector ¿es capaz de adivinar cuál es la región de la ciudad con mayor número de nuevas edificaciones inmobiliarias? Es, justamente, la zona sur, donde está localizado el Pinheirinho, que concentra 51 de las 143 nuevas construcciones.
“La zona sur es muy gran y tenía muchos vacíos urbanos que fueron llenados por esas empresas. Ya la zona oeste se convirtió en objeto de inversión y vivienda de las clases A y B”, afirmó el presidente de la Aconvap.
Obviamente, todo ese movimiento fue acompañado por innumerables proyectos de "revitalización" urbana de la gestión del prefecto Eduardo Cury, del PSDB. Son planes criminales de higienización urbana, cuyo objetivo es expulsar a la población pobre lejos de los ojos de las élites y de la clase media. El resultado fue la enorme expansión de la periferia de São José. Según el periódico O Vale, la periferia de la ciudad recibió cerca de 30 mil viviendas en los últimos cinco años.
Hay mucha plata en circulación. La previsión de la Aconvap es que el mercado inmobiliario de São José mueve más de R$ 5,4 billones hasta el 2014 (US$ 3 mil millones), valor correspondiente al 25% del PBI de la ciudad.
No es de extrañar, por lo tanto, el interés de los políticos locales, de la prefectura, la gran prensa y de la “justicia” en insistir en la recuperación de la posesión de bienes del especulador internacional Naji Nahas, aunque sea necesario aplastar a los trabajadores pobres de Pinheirinho. Como dice la jueza Marcia Loureiro, irreductible en su decisión de expulsar a los moradores: “es un área de mucho valor”. La frase la pronunció ante los oídos incrédulos de los representantes del movimiento, en una reunión con la jueza.
El capital inmobiliario, los políticos y la "justicia" hicieron su opción: trataran de escoger qué parte de la humanidad no merece vivir, ni tampoco tener un lugar para habitar.
[1] - Cracolandia – Local en São Paulo donde, la juventud pobre de la ciudad se reúne para fumar crack.
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